La ciudad intermedia. Tokio 2050.

Hilando con el tema del 24 Congreso Mundial de Arquitectura UIA 2011, que tuvo como eje central el diseño para el año 2050, y con base en la propuesta Tokyo Urban Ring- Machiya Project, del arquitecto Koh Kitayama; se propone un proyecto de planificación urbana que apoya la comunidad y la cultura local a través de un sistema de pequeños complejos de viviendas en torno a un "centro comunitario" de instalaciones de seguridad ante desastres y otras obras de infraestructura compartida.

Se proyecta una estructura comunitaria de convivencia intergeneracional con la condición de mantener la morfología del parcelario de la ciudad de Tokio, caracterizada por vecindarios de baja altura con pequeños jardines y caminos peatonales. No existe en ellos una separación radical entre lo público y lo privado, sino una graduación suave en la que el nivel de intimidad es progresivo. Se calcula una densidad media de 400 habitantes por hectárea.

La creación de estasmicro-comunidades extensivas conlleva la necesidad de espacios dedicados a industrias creativas, trabajo, comercio y ocio que abastezcan tanto las áreas propias como del entorno, buscado romper con la dependencia de un centro a la par que constituirse en focos de actividad de polaridad local. Se propone un sistema de movilidad interna a pie, en bicicleta y transporte público para desplazamientos mayores. .

Densificar esponjando.

S. ATOMIZACIÓN
Partimos de la idea de atomizar las funciones vitales que forman la vivienda convencional, segregando cada función de la casa en espacios independientes.

Esto permite que los contenedores funcionales sean elementos estables dentro de los cuales se desarrolla la vida familiar, conectados entre sí por elementos inestables, generando un paisaje variable.

De este modo, recuperamos la idea del tatami tradicional japonés en la que un único espacio se transforma a lo largo del día para adaptarse a las acciones que se realizan en su interior. Pero pretendemos ir más allá, nuestra intención se basa en reinterpretar el concepto del espacio tradicional y dar la posibilidad de acción a los usuarios para modificar su vivienda a lo largo del tiempo según las características y circunstancias de cada estructura familiar.

Así que recogemos la modulación tradicional del tatami (90x180cm) para la generación de las habitaciones, asignando una nomenclatura en función de su tamaño. Módulo de 2 tatamis, “S”; 4 tatamis, “M”; 6 tatamis, “L”; 8 tatamis, “XL”.

M. AGRUPACIÓN  Y ESPACIO VACÍO
Para generar un sentimiento de identidad y favorecer la participación en una vida colectiva, las piezas de la vivienda se agrupan en torno a otra de carácter comunitario, cuyo interior puede albergar cocinas, comedores o salones comunes.

La delimitación entre lo público y lo privado no es directa, sino que existe una gradación de espacios caracterizada por la vegetación, el mobiliario, el pavimento y las propias piezas construidas. Esto genera un espacio continuo pero garantizando la privacidad e intimidad de los residentes.

L. GREMIOS
La organización a escala intermedia se basa en las relaciones colectivas de productividad. Dado el carácter manufacturero del barrio, se propone una asociación en torno a actividades de pequeña industria o artesanales, así como pequeños huertos de autoabastecimiento que propicien una mayor relación social entre sus habitantes.

XL. ESCALA URBANA
La ordenación general se estructura a partir de estos núcleos de actividad productiva, creando relaciones entre los gremios gracias a paseos amables con arbolado y favoreciendo la movilidad sostenible, evitando el uso del vehículo particular.

Además, esto propiciará que el resto la ciudad se vea involucrada en las actividades y relaciones sociales generadas dentro de la propuesta. La repetición de la estrategia a escala urbana con posibilidades infinitas permitirá afianzar el sentimiento de identidad bajo un espíritu de colectividad.

S,M,L,XL EPÍLOGO
La estructura generadora de la propuesta pretende mantener la trama urbana existente, desarrollando los solares de manera cooperativa. De este modo, las familias no comprarían un espacio fijo de vivienda, sino una superficie habitable que puede variar y modificarse a lo largo del tiempo.